Uno de los muchos impactos conductuales de COVID-19 ha sido el cambio en la forma en que los consumidores compran, cocinan y comen. Un número creciente se ha convertido en "compradores omnicanal", comprando comestibles tanto en línea como en la tienda. Las compras de comestibles en línea ya estaban en aumento antes de la pandemia, creciendo un 40 por ciento de 2019 a 2020, pero casi se duplicaron de febrero a marzo de este año.
Según un estudio realizado con compradores omnicanal de EE. UU. en marzo por FMI, la Asociación de la Industria Alimentaria y Label Insight, el 41 por ciento de estos compradores omnicanal están cocinando más desde el advenimiento de la crisis de salud. Esto incluye una mayor planificación de comidas y experimentar con nuevos platos, y el 36 por ciento informa que está comiendo de manera más saludable. El enfoque en desacelerar el ritmo general y cocinar en casa arroja luz sobre lo que realmente hay EN los alimentos que compran.
La investigación mostró que ocho de cada 10 compradores creen que la transparencia del producto es importante. La transparencia se definió como una comunicación clara de los ingredientes del producto, las certificaciones, la información nutricional y la sostenibilidad, aunque el estudio también indicó la importancia de factores como las fuentes y los usos de los ingredientes, la información sobre alérgenos y las declaraciones de propiedades saludables. Además, la investigación reveló que el 64 % de los compradores omnicanal son ellos mismos, o tienen personas en sus hogares, que siguen una dieta u otro programa relacionado con la salud.
Este mayor interés de los consumidores en la cadena alimentaria presenta una gran oportunidad para que los fabricantes y minoristas construyan o profundicen las relaciones y la confianza con sus compradores. En un seminario web para presentar los resultados de la investigación de FMI/Label Insight, el panel de expertos identificó varias formas en que los productores pueden ayudar a los compradores a satisfacer sus necesidades de salud y bienestar, entre ellas:
– Mejorar las capacidades en línea: los proveedores inteligentes ya han mejorado su juego al invertir en tecnología que mejora la experiencia de compra en línea, incluida la capacidad de proporcionar más información y una mayor transparencia. Esto también puede incluir agregar filtros que permitan a los compradores buscar según sus necesidades y preferencias dietéticas (sin gluten, diabéticos, veganos, etc.).
– Disminuir la confusión del comprador: la investigación indicó que los consumidores a menudo se confunden acerca de los ingredientes cuando compran. El resultado: ellos mismos investigan en línea (47 por ciento), miran otro producto para ver si entienden mejor sus ingredientes (46 por ciento) o cambian a otro producto (27 por ciento).
– Servir como apoyo y recurso: muchos fabricantes y minoristas tienen dietistas en el personal o en la tienda para ayudar a los consumidores con sus preguntas y necesidades. Los canales digitales (sitios web, aplicaciones, programas de fidelización, seminarios web de cocina) también se pueden usar para brindar ideas de comidas, consejos para ahorrar tiempo y educación sobre los beneficios de los alimentos, así como un estímulo general para hacer un buen trabajo con una alimentación saludable para ellos y sus familias.
La pandemia ha creado una audiencia cautiva de compradores deseosos de aprender y asociarse con sus proveedores de alimentos. Depende de los fabricantes y minoristas seleccionar experiencias que satisfagan, deleiten y generen lealtad a la marca.
Fuentes:
“Transparency Trends: Omnichannel Grocery Shopping from the Consumer Perspective,” FMI, the Food Industry Association, and Label Insight, June 2020; webinar, “Transparency Trends: Health and Well-being in an Omnichannel World,” August 27, 2020.
Crédito a Jim Cobb (The Bloodhound Group)